Silencios que solo sirven para ponernos mas tensos y sentir el impulso de romperlo con todo eso que quieres decir, pero ese maldito nudo de la garganta no te deja soltar, "se valiente" te dices a ti mismo, como si solo dependiese de lo que quieres decir. 
Silencios que te dicen mucho mas que mil palabras, simplemente ese silencio en el que sonríes porque te esta mirando con esos ojos de... te necesito. O ese silencio en el que te mira con esos ojos de nada es como antes, y lloras.
Silencios, que te hacen pensar, solo, reflexionar. Estar tirado en la última esquina de tu casa, con un profundo, pero nada molesto silencio, que te hace dar mil vueltas a todo el mundo, buscando respuestas, buscando soluciones. 
Y de repente, después del silencio, ocurre algo. Que te hace reaccionar, demasiado tarde o en el instante.