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miércoles, 31 de julio de 2013

Frágiles.

”Por fin he descubierto que es lo que más me gusta del mundo, la mejor parte del día: sin malos recueros, sin preocupación, sin memoria…”

''Somos demasiado humanos. Deberíamos imitar más a esos peces que no recuerdan nada y vivir solo el presente. Pero no seamos tan injustos con la pobre memoria. También puede ser una gran aliada. -Ya caíste en aquella piedra-, te dice al oído, y a nadie le gusta volver a sentirse como el mayor imbécil de la tierra.''

”Mi memoria debe tener algo estropeado. A veces me falla y no queda rastro de errores ni miedos. Solo me acuerdo de lo bueno, lo cual no está nada mal. Cuando me pasa lo que hago es dejarme llevar y rezar para que esta vez la caída duela un poco menos y con un poco de suerte mañana ni acordarme. Quizá deba hacerme otro tatuaje para no volver a acordarme. ”

La felicidad es un arma de doble filo: no hay nada mejor cuando la tienes, pero si la pierdes, te quedas hecho polvo.

Que las pequeñas cosas no te engañen. Son pequeñas, pero no sencillas. Tienen trampa. Y es que esas pequeñas cosas no sirven de nada si no las compartes con alguien a quien quieres. Por que solo cuando las compartes las pequeñas cosas pasan a convertirse en autenticas joyas. Las joyas de verdad no están ni en los museos ni en las cajas fuertes. Las joyas de verdad no brillan ni deslumbran. Las autenticas joyas no son las que te hacen más rico, son las que ter hacen sonreír. Yo no me considero un tipo codicioso, no necesito muchas joyas. Me conformo con volver a a sentirme vivo. Quiero volver a sentir que alguien se preocupa por mi. Quiero volver a sentir que hay alguien de quien me quiero preocupar. La felicidad es un arma de doble filo: no hay nada mejor cuando la tienes, pero si la pierdes, te quedas hecho polvo. Por qué al final del día es cuando te das cuenta que lo importante, seas un capullo o un iluminado, es que tienes dos opciones… y hay que elegir. Puedes elegir la opción fácil: dejarte caer y hundirte… O puedes elegir la opción difícil: seguir buscando.Y entonces, si tienes un poco de suerte, una de esas joyas pasará por delante para darte el valor necesario y volver a la superficie.

martes, 30 de julio de 2013

Cuando no tuve nada que perder, lo recibí todo. Cuando dejé de ser quien era, me encontré a mi mismo. Cuando conocí la humillación y aún así seguí caminando, entendí que era libre para escoger mi destino.


jueves, 18 de julio de 2013

Todos hacemos cosas de las que luego nos arrepentimos. Al final, esas lamentaciones simplemente acaban formando parte de lo que somos, junto con todo lo demás. Perder el tiempo intentando cambiar eso, es, en fin, como perseguir nubes.

A veces, hay cosas que es mejor callarse.

Las palabras no sólo sirven para expresar las emociones, también ayudan a distanciarnos de éstas. Pueden ser una valiosa red de seguridad, que protege los verdaderos sentimientos en sílabas forjadas concienzudamente y no en efusiva sinceridad. También pueden ser malinterpretadas, infringiendo heridas al formular en la mente del otro una falsa impresión. A veces, hay cosas que es mejor callarse.

Hay ocasiones en que no ves. No ves las cosas que tienes delante cuando lo único que buscas es la felicidad. Una felicidad que te ofusca, que te distrae, una felicidad que te absorbe como una esponja. No lo ves. Sólo ves lo que quieres ver, lo que necesitas, lo que te sirve.

Todo en la vida tiene un momento que lo cambia por completo. El momento no depende de alguien más, pero tú díficlmente sabes cuando este ha llegado.

La vida real no está confinada por dimensiones exactas. Se extiende mas allá de los límites. Viene con defectos. Las cosas nunca son fáciles, en especial cuando tú esperas que lo sean. Como cuando las personas te decepcionan porque resultan ser completamente diferentes de quienes pensabas que eran. 

Las casualidades son las cicatrices del destino. No hay casualidades, somos títeres de nuestra inconsciencia.

Estoy fuera de los recuerdos, del pasado, pero también estoy perdido. Antes o después las cosas que has dejado atrás te alcanzan, y las cosas más estúpidas, cuando estas enamorado, las recuerdas como las más bonitas... Porque su simplicidad no tiene comparación. Y me dan ganas de gritar. En este silencio que hace daño... 

Lo único que sabemos a ciencia cierta es que todos avanzamos a un ritmo de 60 minutos por hora. Hagas lo que hagas. Seas quien seas. Da igual que errores hayas cometido en el pasado o cuantas veces hayas pedido perdón. Todos avanzamos por el mismo camino y me consuela pensar que en este viaje podemos dejar atras los tropiezos, las culpas, las caídas. Que mientras vamos tirando podemos trazar nuestra propia ruta y plantarle cara al futuro. Es la única manera de dominarlo.

a veces la buena suerte solo se puede buscar viendo lo positivo que te deja la vida.

La suerte se busca o se tiene. Supongo que depende de cada caso. Hay gente que tiene suerte, que tiene luz, estrella. Pero si les observas bien llegas a la conclusión de que se lo merecen, que hacen tanto bien a la gente que les rodea que todo a su alrededor suele ser positivo. Hay otra gente que puede parecer que siempre tenga mala suerte. Pero a veces la buena suerte solo se puede buscar viendo lo positivo que te deja la vida.

Tomar decisiones difíciles, eligir alejarnos cuando queríamos estar cerca, liberar de sus ataduras a los que queremos, tan solo se puede hacer siguiendo los dictados del corazón. Si notamos que nuestro corazón se acelera habremos encontrado el nuevo motivo para vivir, y entonces, la vida te cambia...

Nos pasamos la vida dándole vueltas a la cabeza. No paramos de buscar razones inteligentes para hacer lo que queremos, y también para justificar porque no lo hacemos. Y en esta búsqueda entre razón y razón olvidamos que lo que perseguimos siempre ha estado ahí, al alcance de la mano. Basta con seguir el ritmo que marca el latido de nuestro corazón.

domingo, 14 de julio de 2013

Es irónico como puedes hacer muchas cosas para alguien y nunca se dé cuenta, pero una vez que cometes un error, nunca lo olvida.

martes, 9 de julio de 2013

La vida es una linea delgada y muy frágil con momentos tan dolorosos que sientes que tu corazón no va a poder soportarlo y que se va a partir por la mitad, pero también tiene momentos tan maravillosos que no puedes dejar de recordar que a pesar de todo lo malo la vida es un milagro tan maravilloso que ni siquiera todos los libros de medicina que se han escrito, pueden explicarlo.
Sueños, imágenes caprichosas que mezclan nuestros recuerdos, alborotan nuestra memoria durante noches y noches, horas y horas... Los sueños están ahí, cada noche, dentro de tu cabeza. Nadie puede verlos excepto tú porque son tuyos. Sin embargo no puedes controlarlos, dependen de sí mismos aunque se alimentan de ti, pero son simplemente sueños. En los sueños todo es posible: volar, amar lo odiado, vivir lo que nunca has vivido, morir y volver a nacer... De los sueños puedes aprender, puedes olvidarlos... lo único que no debes hacer jamás es depender de ellos porque los sueños no respetan la razón ni el sentido, por eso nadie debería entrar en los sueños de otro, nadie vivo.

martes, 2 de julio de 2013

La única persona en la que puedes confiar eres tú mismo.

Confianza es algo complicado, es difícil encontrar gente en la que confiar y saber que esa gente confiará tanto en ti como tu en ella.
Pero confiar en tu corazón es lo más arriesgado de todo. Al final, la única persona en la que puedes confiar verdaderamente eres tu mismo.

Incluso en sueños sigues siendo tú..

+¿Crees que es posible hacer algo sin saber que lo estás haciendo? Es decir, ¿sin saber por qué lo estás haciendo?
- No. Creo que siempre somos lo que somos.
+Bien, pero supón que estás borracho..
- La gente bebe para tapar lo que realmente quieren. Es como cuando haces cosas mientras sueñas y tienes miedo porque no es así como eres en la realidad. Pero eres tú, incluso en sueños sigue siendo tú.

Que hoy puede ser nuestro día de suerte.

Dominar el futuro, saber lo que va a pasar, huir de las casualidades, someter al destino. Me consuela pensar que todo esto es más sencillo cuando controlas las pequeñas decisiones de cada día. Cuando las conviertes en una rutina. Pero si no podemos controlar nuestro futuro, al menos nos queda el consuelo de intentar predecirlo. Supongo que la cuestión es sentirnos un poco más seguros. Que alguien nos diga, aunque sea desde unas líneas impresas en papel reciclado, que todo va a salir bien, que nuestros proyectos van a cumplirse, que hoy puede ser un gran día: nuestro día de suerte.