La verdad.

Y cualquier día, mientras tranquilamente estás pensando en tus cosas, o haciendo cualquier tontería. Viene, te ataca te coge del cuello y te empieza a ahogar, te dice todo lo que fuiste, te suelta todos tus errores te muestra tus fracasos, te da un pequeño adelanto del futuro, te muestra lo que eres aunque no te guste, ya estás aguantando la respiración, son los últimos segundos, las lágrimas ya están empezando a caer y no puedes más. En ese preciso instante en el que dices, no puedo más, ahi te das cuenta. Te das cuenta, que quien vino, y quien sus manos estaban retorciendo tu cuello mientras te escupia palabras como cuchillos, era la verdad.