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lunes, 30 de enero de 2012

Como cambian las cosas, ¿no? Cierras los ojos, los abres y de repente todo es diferente, todo ha cambiado. Tú, tus amigos, tu familia, el entorno que te rodea.. Miras atrás y echas de menos momentos vividos o los llegas a odiar, recuerdas palabras y te sale una sonrisa tonta o te matas por dentro, miras fotogarfías, vídeos y no te puedes creer como el paso del tiempo ha echo todo eso. Te arrepientes de cosas dichas, de actos mal echos, sabes que está mal arrepentirse, pero aún así no puedes evitarlo y las lágrimas empiezan a caerte sin cesar, entonces aparecen unas mejillas encharcadas y una sonrísa más que caída. Nadie, absoultamente nadie nunca se ha arrepentido de cosas echas, de palabras dichas, pero muy pocas personas se paran a mirar el daño que han echo. Cuando se paran a mirar ese daño, no pueden hacer nada por rectificarlo, pero ese sentimiento siempre estará dentro de ellos. Naces con ese defecto, de preocuparse demasiado con tus actos, de darle mil vueltas a las cosas pensado si lo que hiciste estuvo bien o no. Y te preguntas porqué si tú no querías. Pero entonces, ¿por qué lo hiciste? Si de verdad no querías, te hubieses frenado, ¿no?
Debes pensar que de los errores se aprende, y que si a lo largo de tu vida cometiste mucho errores, debes estar demasiado orgulloso/a ya que la madurez y la experiencia que tienes, pocas personas la tendrán. Tan perfectos que se creen, que ellos/as son los/las únicos que cambian. Ellos/as cambian juntos, ¿pero tú? Tú también cambias, otra cosa es que no lo hagas a su lado, que lo hagas al lado de otras personas nuevas. A lo largo de esta vida debemos escojer mil caminos, y yo no sé si he escojido el correcto, pero me arrepiento de haberlo escojido, aunque a la vez estoy satisfecha de cambiar sin estar a su lado, de cambiar de otra manera, de cambiar sabiendo otras cosas. ¿Recuerdos? Demasiados, tantos que nunca se me borrarán. Se quejan porqué no estás con ellos/as, te hacen sentir culpable diciéndote que hay gente que te entiende mejor que ellos/as, y ellos no se dan cuenta que lo único que hacen es hacerte más daño. Cren saber demasiado de tí, pero luego no saben ni tu color favorito. Puede parecer una tontería, pero son pequeños detalles que marcan la diferencia respecto a los demás. Y entonces ves que tu vida se va frente a tus ojos, como el aire. Y te dicen: "¡Sé fuerte, no te hundas, tú puedes!". Y entonces piensas que esas palabras salidas de sus bocas, no surgen efecto después del todo el daño echo..

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