Hoy es uno de esos días en los que te encuentras sola, que
aunque tengas a alguien ahí siempre para apoyarte, ayudarte y sacarte una
sonrisa, te sientes sola. No sabes por qué te sientes así por mucho que lo
pienses, ¿es por tus amigos?, ¿es por él?… Quién sabe. La verdad es que a
mí ahora mismo me gustaría poder sacar de nuevo esa sonrisa que yo tenía
siempre en la cara, me gustaría hacer reír a mis amigos como siempre hacía, y
poder reírnos recordando los mejores momentos del verano, pero a mí ya no me
sale tan fácilmente esa sonrisa… No se me ocurren cosas para hacer reír a la
gente… Y no tengo ganas de recordar los buenos momentos porque siempre se me
vienen a la cabeza los malos… Aquellos días y aquellas en las que lo he pasado
tan mal pensando en esa persona, en la persona que más he querido en la vida.
Cada lágrima que cae de mis ojos es una pequeña parte de mi tristeza y de lo
que de verdad siento por dentro. He intentado que no se me note, pero he
llegado a un punto en el que es imposible ocultar lo que siento… A veces, si no
llega a ser por ellos, no sería capaz de reírme, de divertirme, de hacer lo que
mejor se nos da… Pero ahora mismo ni ÉL podría hacerme feliz. Hay días en los
que no se si es mejor contárselo todo a mis amigos o simplemente esperar a que
el tiempo ponga las cosas en su sitio… A lo mejor estoy así por mi inseguridad,
o por las dudas que tengo de vez en cuando en la cabeza. Pero ¿por qué siempre
me pasa eso? No se, pero siempre es la misma historia, cuando llego al punto de
querer tanto a esa persona, siempre llegan las dudas… Son dudas pasajeras, que
igual que vienen, se van. Pero así día tras día hasta que no puedes más y se lo
cuentas a tus personas de confianza esperando una respuesta que te ayude. Esas
personas te ayudan o te intentan ayudar y casi siempre lo consiguen, pero esta
vez no es así. Porque cada cosa que veo, que escucho, que siento… me recuerda
esos malos momentos que pasé. Ahora que por fin creí que era feliz me
equivoqué. Espero que esto sea una mala racha, sin más. Puede que haya gente
que piense que no tengo por qué estar así, porque tengo a alguien que me
quiere, a alguien que me ayuda, a alguien que me hace feliz… Pero es un
sentimiento que no se puede evitar, que cuando llega a lo más profundo de tu
corazón permanece ahí toda la vida aunque a veces se esconda entre sentimientos
felices, pero siempre, SIEMPRE acaba apareciendo de nuevo.
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