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martes, 1 de noviembre de 2011

Cuando no encuentras sentido a lo que un día te dio la vida,aparece un vacío.Quizás no físico,quizás solo emocional.Pero que al fin y al cabo es una falta o ausencia de algo.De algo que ahora no es nada,pero que en algún tiempo atrás lo fue todo.No recuerdas específicamente que es,pero sabes con seguridad que ya no esta. Puede ser un momento,un lugar,un olor o más fácilmente un sentimiento.Lo extraño es que si es la ausencia de un sentimiento,si teóricamente no esta,¿Cómo puede doler?Tal vez cuando hablamos de emociones,de algo fuera de lo material,las hipótesis quedan descartadas para dar lugar a lo que uno no ve pero perfectamente siente.Algo totalmente ilógico e irracional.Curiosamente lo único que comparten todas las ausencias es la chispa de esperanza que siempre albergamos en un resquicio de nosotros mismos.Aunque sea una auténtica locura y una soberana estupidez mantener la ilusión por algo que ya no esta, y muy probablemente no volverá.
Y quizás,solo quizás,lo que en realidad en estas ocasiones nos vuelve vulnerables al dolor,es la necesidad,la fantasía de que un día aparecerá lo que ya se fue.

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