Seguidores

domingo, 20 de enero de 2013

La pasión está dentro de todos nosotros. Dormida, esperando, y aún sin desearlo, sin decirlo, se desata, abre sus fauces y aúlla. Nos habla, nos guía. La pasión nos gobierna a todos y nosotros obedecemos. ¿Qué remedio nos queda?. La pasión es la fuente de nuestros mejores momentos: la alegría de vivir, la claridad del odio y el éxtasis del dolor. A veces duele más de lo que podemos soportar. Si pudiéramos vivir sin pasión, tal vez pudiéramos encontrar algo de paz, pero estaríamos vacíos. Habitaciones vacías, destartaladas y húmedas. Sin pasión... Estaríamos realmente muertos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario