Nunca te conocí, pero te quiero más que a nadie, y precisamente por eso, eres única.

Quizá porque eres un recuerdo del pasado...
Quizá porque el destino no lo quiso...
Quizá porque el tiempo pasa, se vislumbra el olvido, pero tú, en cambio, sigues tan presente..., tú, tan bella, tan delicada, tan perenne...
 Los años pasan irremediablemente acariciando tu rostro inherente a la memoria, a cada rincón en el que permanece tu imagen presente...
Los segundos, los minutos, las horas, los años, los meses, las estaciones, los años....todo pasará, las flores se marchitarán, la naturaleza seguirá tiñendo de color y belleza nuestra vida...
Y yo, ahí seguiré, profesándote un cariño especial, ese algo, que es inefable, y que ni el tiempo podrá destruir, porque es precisamente tu ausencia, la que te hace permanente, virginal,  leyenda vida, y siempre, presente.